SON DOS!
Y ese fue el comentario del ginecólogo...
Yo, tumbada en la camilla, con la barriga al aire y el gel frio.
Mi marido, al lado, dándome la mano.
Los dos mirando la pantalla de tv colgada en la pared de la pequeña habitación.
Todo a oscuras.
Y de repente la imagen. Aquella imagen donde se ven dos saquitos. Y mirando y revisando aparecieron dos puntitos.
Dos minipersonitas estaban dentro de mi.
Escuchamos sus corazones.
Ese momento en que piensas que dentro de ti laten tres corazones.
Y la confirmación del ginecólogo fue rotunda: sí, son dos.
Fuimos al ginecólogo antes de tiempo, preocupados y llorando, porque tenía sangrados y pensaba que lo estaba perdiendo. Y salí del consultorio llorando porque eran dos. Quizás de la felicidad. Quizás del temor... la cuestión es que mi cuerpo se estaba preparando por todo lo que vendría después.